Apreciaciones generales

El LP debut de Javiera contiene 10 pistas compuestas por ella, a excepción de "Yo no te pido la luna" del cancionero de Daniela Romo. Esto nos plantea que estamos frente a un trabajo emanado de la creatividad de la joven cantante y no ante un disco craneado por agentes comerciales que se valen de rostros para posicionar un producto. Es una obra auténtica donde se aprecia un dedicado trabajo personal en cada composición, reflejo del talento y estudio de Javiera.

Esquemas Juveniles es un disco que si bien podemos englobar como pop, mezcla elementos electrónicos que combina con formatos más tradicionales. Es así como se nos aparece al oído bases de sintetizador indistintamente de guitarras acústicas y piano. Esto enriquece estilísticamente su música mostrando un manejo de los recursos, pero también una apuesta a la multiplicidad que, si bien podría verse como un tanteo o experimentación propia de un disco debut, también puede tomarse como una decisión concienzuda con vistas a enriquecer el álbum.

Un disco pop se debe como tal a que coincide con ciertos requisitos: canciones de estructura tradicional (por ej. intro breve, estrofa, estrofa, coro, estrofa, coro), arreglos sencillos, una duración estándar de 3 a 5 minutos, etc.; todo esto para hacer más accesible la música para un público que desea sensaciones auditivas fáciles de comprender y una familiaridad melódica apuntando a una rápida asimilación y un entretenimiento de efecto inmediato. Componer con estas características no es complicado, basta utilizar progresiones de acordes comunes (que se repiten con variaciones mínimas o nulas en cientos de canciones) y hacer un fraseo de una melodía que aparece casi intuitivamente; sin embargo, lo complejo es hacer algo que se platee original frente a una fórmula a todas luces sobre explotada.

En esto Javiera no falla y logra alzarse por sobre la mediocridad de la música pop que circula en nuestros medios masivos, dominados hace años por bandas prefabricadas o cantantes que pululan por programas televisivos que buscan nuevos "talentos". Javiera se posiciona de manera independiente, y de forma subterránea aparece con un puñado de canciones que no tienen correlato en ninguna de las que, con fanfarrias pagadas por los grandes sellos, son impuestas a los auditores en las radios comerciales.

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En las composiciones de Javiera se respira esa libertad y desprejuicio indie, que viene a entender la música -del estilo que sea- como una expresión fiel de la voluntad del artista por sobre criterios economicistas.

Pero aquí no trato de hacer una apología barata y arbitraria de Javiera y su música, sino de poner a la vista distintas formas de aproximarse y analizarla para de este modo destacar lo bueno -que mucho hay- y apuntar lo malo, no con el fin de destruir sino con la intención de comprender una obra en su conjunto. Por ello cuesta entender descalificaciones gratuitas con las que muchos intentan menospreciar y denostar un trabajo de años con argumentos que no se sostienen sino en la envidia y mala leche y que dan cuenta más de las limitaciones propias de quines las emiten para comprender las distintas aristas que la música posee. Es un repetir de frases armadas que continuamente aparecen cuando de criticar vagamente se trata.

Por ello -espero- iremos discutiendo poco a poco las distintas canciones del disco de Javiera, tratando con buenas maneras de hablar sobre un tema del que todos podemos decir algo. Dejo planteadas estas apreciaciones generales y les invito a hacer sus comentartios.

Hasta pronto.